• Anteojo:
Tubo compuesto por un objetivo (lente o conjunto de lentes convergentes),
con un tubo ocular y un tubo portaocular. En el extremo hay un
diafragma que quita todos los rayos periféricos. En el
anteojo astronómico el tubo ocular entra y sale perfectamente
del primer tubo; destacan el eje óptico, el eje mecánico
y el eje de colimación.
• Eje óptico:
Va desde el centro del objetivo al centro óptico del ocular.
• Eje mecánico:
Está definido por el centro óptico del objetivo
(está sujeto al movimiento del ocular sobre el tubo exterior)
y un punto teórico en el centro del tubo ocular.
• Eje de
colimación: Pasa por el centro de la cruz filar y por el
centro óptico del objetivo. Los tres ejes del aparato deben
coincidir, sino estarán afectados por algún error.
El eje de colimación se obtiene también por la intersección
de dos planos; el plano que contiene el centro óptico del
objetivo y el hilo vertical de la cruz filar (se denomina plano
vertical de la cruz filar) y el plano que contiene el centro óptico
del objetivo y el hilo horizontal de la cruz filar (se denomina
plano horizontal de la cruz filar). Los planos horizontal y vertical
de colimación deben ser respectivamente vertical y horizontal
cuando hacemos una medición.
• Retículo:
Disco de cristal con dos marcas como mínimo, una horizontal
y otra vertical. El retículo se coloca en el diafragma.
Los hilos se conocen como cruz filar, el centro de la cruz debe
coincidir con el centro del retículo.
• Enfocar:
Hacer que la imagen del objeto se forme sobre el plano donde está
el diafragma y el retículo, con la imagen nítida.
• Colimar:
Hacer que el objeto o punto que queremos enfocar este en el centro
de la cruz filar. |