Los
condensadores están formados por dos placas metálicas
separadas por un material aislante. Si se conecta una batería
a ambas placas, durante un breve tiempo fluirá una corriente
eléctrica que se acumulará en cada una de ellas.
Si se desconecta la batería, el condensador conserva la
carga y la tensión asociada a la misma.
Las tensiones rápidamente
cambiantes, como las provocadas por una señal de sonido
o de radio, generan mayores flujos de corriente hacia y desde
las placas; entonces, el condensador actúa como conductor
de la corriente alterna. Este efecto puede utilizarse, por ejemplo,
para separar una señal de sonido o de radio de una corriente
continua, a fin de conectar la salida de una fase de amplificación
a la entrada de la siguiente.
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