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El
origen de los contaminantes presentes en el aire interior y, concretamente,
de los gases comentados en esta Nota Técnica de Prevención,
es muy variado, pudiendo ocurrir que su presencia sea debida a
más de un foco. A continuación se comentan brevemente,
para cada uno de ellos, los usos y actividades que pueden generarlos.
Cloro
Utilización directa como desinfectante (en tratamiento
de aguas y en piscinas, por ejemplo), blanqueante y lejías
de uso doméstico empleadas en exceso o en contacto con
ácidos.
Dióxido
de azufre
Utilización de combustibles conteniendo azufre (carbón,
madera, gas-oil e, incluso, gases licuados).
Dióxido
de carbono
Combustión de sustancias orgánicas, emisión
por motores de combustión interna dentro de edificios (garajes).
La principal fuente de producción, sin embargo, suele ser
la respiración humana y el fumar.
Dióxido
de nitrógeno
Combustión producida en la utilización de cocinas,
estufas, secadoras y quemadores de gas- oil, etc., y en el humo
del tabaco. Su generación aumenta con la temperatura de
la combustión.
Formaldehído
Se emplea en plásticos, resinas, colas y barnices. Una
inadecuada formulación o una degradación producida
por el paso del tiempo son las principales causas de la emisión
de este compuesto con posterioridad a su uso. Se encuentra también
en el humo del tabaco.
Metilmercaptano
Se usa como trazador y odorizante de combustibles gaseosos. También
puede provenir de la descomposición de compuestos orgánicos
conteniendo azufre.
Monóxido
de carbono
Combustión incompleta de materias orgánicas, emisión
por motores de combustión interna dentro de edificios (garajes)
y el fumar. También puede provenir del exterior por tomas
inadecuadas del aire de la ventilación.
Ozono
Se utiliza para desodorizar, desinfectar y reducir la concentración
de monóxido de carbono. Se forma en presencia de luz UV
(lámparas, descargas eléctricas y fotocopiadoras).
Radón
Compuesto radiactivo, proviene de terrenos con rocas con contenido
de uranio, infiltrándose en los edificios a través
de grietas en los cimientos o directamente de materiales empleados
en la construcción. Tiene tres isótopos principales
con masas atómicas de 219, 210 y 222 y vidas medias de
3,96 s, 55,6 s y 3,82 días, respectivamente. Por su mayor
vida media, el Radón 222 y sus descendientes son las fuentes
principales de exposición a este compuesto.
Sulfuro
de hidrógeno
Se libera durante el proceso de descomposición de los productos
orgánicos que contienen azufre. Puede penetrar en los edificios
por los desagües mal sifonados.
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